Profesionales relacionados con juicios penales: Peritos
Un perito es un experto que posee unos conocimientos técnicos, científicos, artísticos o prácticos especiales sobre una materia. Es, por lo tanto, aquella persona con unos conocimientos determinados que es llamada para valorar una situación. Puede intervenir en los procedimientos judiciales con el fin de auxiliar al Juez procurándole los conocimientos necesarios para la valoración de los hechos probados cuando éstos están relacionados con su particular saber o experiencia.
El perito judicial o perito forense es aquel profesional con conocimientos especializados y reconocidos, a través de sus estudios superiores, que suministra información u opinión a los tribunales de justicia sobre los puntos litigiosos que son materia de su dictamen.
Existen dos tipos de peritos, los nombrados judicialmente y los propuestos por una o ambas partes
El perito debe tener certificada o reconocida su profesionalidad en aquel campo mediante un título oficial en cualquiera de las disciplinas superiores, como Medicina, Criminología, Arquitectura, Ingeniería, etc., pues su criterio de valoración tiene que estar fundamentado y ser estable.
Título oficial o conocimientos probados
En España, el perito tiene que tener certificados sus conocimientos, para ello debe aportar un título oficial. O también poseer conocimientos probados de la especialidad y/o especialización propia de la materia pericial.
La Condición del perito judicial según la Ley de L.E.C. tipifica en su artículo 340.1:
1. Los peritos deberán poseer el título oficial que corresponda a la materia objeto del dictamen y a la naturaleza de éste. Si se tratare de materias que no estén comprendidas en títulos profesionales oficiales, habrán de ser nombrados entre personas entendidas en aquellas materias.
La actividad del perito es de vital importancia en la resolución de conflictos. Existen dos tipos de peritos: el que es nombrado judicialmente y el nombrado por una o ambas partes. Así, cuando sean necesarios unos conocimientos especiales para valorar unos hechos o para adquirir certeza sobre algunas circunstancias relevantes en un caso, las partes pueden aportar al proceso peritos que posean los conocimientos correspondientes para apoyar su alegación. Tanto o más importante es que dichos profesionales sepan transmitir sus conocimientos durante el juicio, ya que los jueces deciden según se les informa. El perito también suele determinar la valoración económica de los daños, es decir, cuantifica la indemnización que el afectado debería percibir.
El perito se encarga entre otras cosas de:
- Evaluar los daños, desperfectos o pruebas, certificarlas y avalarlas
- Estudiar las causas, en el caso de que se haya producido un siniestro, daños o desperfectos
- Estipular la indemnización a recibir, en función de los perjuicios producidos
- Asesorar al abogado para que pueda preparar su defensa de la forma más precisa, así como asesorar al Juez sobre la materia en la que el perito es experto durante el proceso judicial
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En una compañía de seguros, por ejemplo, el perito es el responsable de evaluar los daños y pasar los datos a la aseguradora. El experto acude al lugar donde se ha producido algún desperfecto o siniestro y se encarga de certificar y valorar de forma oficial los daños sufridos para que la aseguradora se haga cargo de los gastos. En definitiva, el perito investiga y analiza las causas del siniestro, valora los daños y las circunstancias que influyen en la determinación de la indemnización.
Existen, por tanto, peritos en una gran variedad de disciplinas: peritos médicos, informáticos, grafólogos, arquitectos, psicólogos, traductores, etc.
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